Historia
# Parte de la
historia de
25 de Mayo, nota y foto gentileza del
diario La Mañana.
Cuenta la historia que un
29 de octubre del año 1859, el temido señor de “
Las Salinas Grandes”, el
cacique Calfucurá, con tres mil de sus indios estaba dispuesto a entrar al saqueo de “
Mulitas”, pero inmediatamente el padre
Francisco Bibolini salió a su encuentro y en un lugar denominado “
Médano Partido” (de Galíndez), lo entrevistó.
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Zoraida y Elvira Bibolini, junto a Hilda Straccia (centro) |
Con gran temple, el sacerdote pidió por
las vidas y las haciendas de los habitantes, a cambio de
víveres, dinero y regalos. Así fue que el jefe aborigen desistió de su macabra idea y entró pacíficamente al pueblo, junto al mismo
Bibolini, ante la mirada de asombro de los pobladores.
La indiada se diseminó tranquilamente por la población pidiendo “
cofque” (galleta-pan); “
yergué” (yerba), “
petrén” (tabaco) y “
pulcuí” (aguardiente).
Calfucurá, con su cortejo de tres de sus damas de “
Las Salinas Grandes” y sus capitanejos, se hospedó en la misma casa de
Bibolini, donde le fueron servidos chocolate, cominillo y tortas fritas.
Este relato es también el que escucharon en reiteradas ocasiones durante su infancia en Formosa y más tarde cuando se trasladaron a la ciudad de Buenos Aires,
Elvira y Zoraida Bibolini, primas ellas y también sobrinas nietas del cura que durante muchos años desarrolló una obra cristiana muy meritoria en
25 de Mayo, y que dejó una marca imborrable en la historia de la comunidad.
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